Hay personas que parece que tienen capacidades innatas para innovar. Cada una de sus iniciativas se convierte en un éxito. ¿Tienen las personas más innovadoras algo en común? O por el contrario cada una encuentra el secreto de su éxito en una receta completamente distinta.
En un estudio realizado por los profesores Dyer, Gregersen y Christensen y en su libro “El ADN del innovador” intentan responder esa pregunta (aquí tienes el artículo original de la Harvard Bussines Review).
Y lo que es más importante intentan descubrir unas líneas maestras, unas directrices que puedan servir a cualquiera para transformarse en una persona más innovadora y facilitar la innovación en sus empresas.
El estudio
En su investigación, que duró la friolera de seis años, pusieron bajo el microscopio a emprendedores considerados innovadores.
Estudiaron los hábitos de ejecutivos de conocidas firmas por su innovación, como Jeff Bezos de Amazon, Michael Dell de Dell Computer, Herb Kellerher de Southwest Airlines y así hasta 25 estrellas de la innovación. Como ves, en este estudio no se andaban con chiquitas.
Por otro lado llegaron a analizar más de 3.000 ejecutivos y 500 personas que habían iniciado algún proyecto innovador o habían creado algún nuevo producto.
Descubrieron que en la mayoría de las compañías los directivos no se sentían responsables de generar la innovación por ellos mismos. Aunque si que entendían como parte de su trabajo la facilitación de la innovación.
En contraste los directivos de las empresas más innovadoras no delegaban el trabajo creativo. Sino que estaban implicados de manera directa.
Las cinco habilidades de la innovación
Otro de los hallazgos del estudio es que hay determinadas actividades que distinguen a los ejecutivos más innovadores. Estas actividades son: asociación, cuestionamiento, observación, experimentación y networking.
Los emprendedores innovadores desplegaban estas habilidades un 50% más que los ejecutivos que no habían mostrado comportamientos innovadores.
Parece que ya empezamos a entrever ese ADN del innovador. En el siguiente gráfico, se puede entrever perfectamente:
La buena noticia es que si quieres parecerte más a uno de estos genios, ya tienes unas direcciones muy concretas para empezar. Recuerda que la creatividad es un músculo que hay que entrenar y el primer paso es saber hacia dónde dirigir ese entrenamiento.
Vamos a analizar las 5 habilidades en detalle.
Asociación
Es la habilidad para relacionar y conectar hechos que aparentemente no tienen ninguna relación entre sí.
El “efecto Medici” es el máximo exponente del fenómeno asociativo. La familia Medici reunió en su corte personas brillantes de muy diferentes disciplinas. Escultores, arquitectos, científicos, poetas, filósofos. La interconexión entre estos individuos dio lugar a invenciones en las intersecciones de sus campos de conocimiento trayendo al mundo una de las explosiones de creatividad e innovación más importantes de la historia, el Renacimiento.
Como solía decir Steve Jobs “la creatividad es conectar cosas”. Hay personas con una gran capacidad innata para la asociación, pero todos podemos cultivarla manteniéndonos creativos.
Cuestionamiento
Todos sabemos que las buenas respuestas vienen de las buenas preguntas. Las preguntas que hay detrás de las grandes innovaciones son claras e incisivas, así que está claro que preguntarse está en la base de la creatividad.
Que debemos hacer para mejorar nuestras dotes de cuestionamiento. Es sencillo, debemos preguntarnos “por qué” “por qué no” y “Que pasaría si…”
Mientras que muchos directores están preocupados en hacer que los procesos existentes sean cada vez un poquito más efectivos. Los emprendedores innovadores se cuestionan todo desde la base.
Observación
Los emprendedores más innovadores son capaces de obtener ideas a partir de la observación de situaciones comunes y en particular el comportamiento de los consumidores. Se convierten en antropólogos o científicos sociales.
Los directores más innovadores observan de manera intencional, frecuente y cuidadosa a pequeños detalles del comportamiento para poder obtener insights en los que basar sus próximas invenciones.
Experimentación
Cuando pensamos en experimentación, muchas veces pensamos en científicos en bata blanca y los pelos de punta. Pero todos podemos experimentar. Los directores más innovadores realizan prototipos y lanzan ideas.
Hoy en día la corriente del Producto Mínimo Viable, que puedes ver en este artículo sobre lean startup, nos enseña la importancia de fallar pronto y no enamorarnos de las ideas, para poder ofrecer productos innovadores orientados al mercado y sobre todo para aprender.
Networking
El networking para los más innovadores significa algo diferente que lo que significa para el resto de los mortales.
Mientras que la mayoría de los directivos utilizan el networking para vender más, tener acceso a más recursos o para impulsar sus carreras. Los directivos innovadores utilizan el networking para hablar con personas con diferentes tipos de ideas, testar sus conceptos y mejorarlos a través de la experiencia de otros.
También la asistencia a charlas y eventos es diferencial en estos directivos que son especialmente innovadores.
¿Cómo convertirme en Steve Jobs?
Y todo esto, ¿de qué me vale?
Pues saber las características comunes de las personas más innovadoras y exitosas te va a ayudar mucho para mejorar tus capacidades de innovación. Aquí van mis consejos para convertirte en Steve Jobs:
- Lee mucho y variado: la primera condición para poder asociar conceptos es conocerlos.
- Pregúntate por qué: no asumas nada de lo que pasa a tu alrededor, pregúntate por qué el cielo es azul, por qué no es verde y que pasaría si fuese morado.
- Conviértete en antropólogo: observa a las personas y analiza porqúe hacen lo que hacen y que se podría hacer de otras maneras.
- Aprende a hacer productos mínimos viables: uno de los grandes enemigos de la innovación es la procastinación. Empezamos a darle vueltas a nuestras ideas, a redondearlas, a darles forma y tardamos mucho tiempo, para cuando queremos convertirlas en realidad hemos gastado un tiempo muy precioso.
- Relacionate para aprender: haz un networking sincero, acércate a personas que piensan diferente a ti, pregunta mucho por qué.
- Practica, practica y practica: la creatividad es un músculo y necesita sobre todo práctica.
¿Qué más añadirías a esta lista? Déjame un comentario y ya que estás comparte el post en tus redes sociales… venga no te cuesta nada.