Si eres de los que necesitan un poco de trasfondo para entender las cosas y te gusta conocer el origen de los conceptos para profundizar y adquirir un conocimiento más amplio y sólido. En este post, te voy a explicar, no solo que es el brainstorming, sino de donde procede y su papel clave dentro del proceso creativo.
Si preferís pasar directamente a los aspectos más prácticos del brainstorming, lo mejor es que leáis este artículo sobre los diez mandamientos del brainstorming.
Definición de brainstorming
Todos sabemos más o menos que es el brainstroming o las lluvias de ideas. Pero para los más novatos y para todos aquellos que piensen que es un fenómeno meteorológico de gran intensidad en el que llueven cerebros, aquí va una definición sencillita. El brainstorming es una herramienta que sirve para generar una gran cantidad de ideas en torno a un tema concreto.
Esta definición tan simple encierra dos de los grandes secretos del brainstorming:
- El brainstorming requiere un objetivo: No se pueden hacer lluvias de ideas en general. O mejor dicho, sí que se pueden hacer, pero no suelen llevar a ninguna parte. Cuanto más concreto sea el problema, mejor será la solución.
- En el brainstorming prima la cantidad: La calidad de las ideas que surjan del brainstorming son una derivada de la calidad. En el brainstorming toda idea es válida, olvídate de la censura y céntrate en pensar alternativas.
El brainstorming generalmente es un proceso grupal, y en el mejor de los casos multidisciplinar, pero también puede ser un ejercicio individual. También puede ser un brainstorming eventual, o un proceso que se dilata en el tiempo. Presencial u online, lo importante es general el mayor número de ideas alrededor de un tópico.
El objetivo más importante de las lluvias de ideas es romper las barreras del pensamiento habitual. Con el fin de producir un conjunto de ideas utilizando la capacidad de asociación y una cascada de originalidad que se retroalimenta positivamente.
El brainstorming debe llevar aparejada una sesión de cierre, en el que se seleccionen las ideas y se contrasten con los objetivos.
Historia del brainstorming
El brainstorming es una técnica que ya cuenta con unos añitos. Más de 70 años nada menos, fue descrita por primera vez en 1954 y aun así sigue siendo una herramienta en plena actualidad. Bien utilizada puede llegar a ser muy poderosa.
Su creador, Alex Osborn la acuñó en su libro “Applied Imagination”, sin embargo, el la venía utilizando desde 1939. Osborn fue uno de los fundadores de la archiconocida BBDO, y no solo aportó la O, también introdujo metodologías antes desconocidas en las agencias publicitarias y que les proporcionó una importante ventaja competitiva.
La idea era conseguir “exprimir” la creatividad de todos los empleados de la empresa, no solo de los creativos. La técnica se hizo bastante famosa entre los publicistas y de ahí se extendió al mundo entero.
Utilizando el potencial de todo el mundo a veces se conseguían ideas extravagantes, excesivas o incluso imposibles. Pero en las sesiones de brainstorming no se permitían las críticas y no se le ponían cercos a la imaginación. Porque tal y como decía el propio Osborn «It is easier to tone down a wild idea than to think up a new one.»o lo que es lo mismo, “Es más fácil ajustar una idea loca que pensar en una completamente nueva”.
¿Cuándo es bueno usar el brainstorming? El proceso creativo
Lo primero es saber que el brainstorming o la lluvia de ideas no valen para todos los casos y lo segundo es que debe formar parte de un proceso.
El proceso creativo tiene diferentes fases. Unas son divergentes, es decir abren el campo y nos permiten analizar posibilidades que antes no contemplábamos y otras son convergentes. Fases en las que tomamos decisiones, seleccionamos y vamos acotando nuestra solución.
La tormenta de ideas es una técnica divergente, para abrir nuestra mente. Para permitirnos contemplar ideas que ni siquiera sabíamos que existían. Pero para tener un buen brainstorming debe haber una fase previa convergente en la que hagamos una definición del problema lo más fina posible.
En otras palabras, a mejor pregunta, mejor respuestas obtendremos. Por ejemplo si utilizamos un proceso creativo como el design thinking (que sinceramente a mí me parece muy acertado), en un primer momento debemos investigar a fondo nuestro tema.
Pero desde un punto de vista empático y no solo poniéndonos en el lugar de las personas desde la teoría sino que hay que remangarse y entrevistar en profundidad a los protagonistasy a ser posible viviendo la experiencia.
Este proceso, conocido como empatía. nos lleva a una fase posterior de definición, donde tenemos que poner sobre la mesa los POV (point of view) enunciados únicos de los problemas desde el punto de vista del usuario.
Y solo tras haber formulado el problema con un profundo conocimiento pasamos a la fase de ideación, donde ya se puede utilizar el brainstorming o cualquiera de sus variantes.
No es oro todo lo que reluce
En la actualidad existen estudios que contradicen los buenos resultados del brainstorming y que dicen que se tienen mejores resultados individualmente que en grupo. (si tienes ganas los puedes leer aquí)
Por supuesto que estos estudios tienen su validez, pero el éxito o el fracaso de una sesión de brainstorming depende de muchos factores y muchos de ellos están en tu mano. Una sesión de brainstorming mal llevada puede llegar a ser una gran pérdida de tiempo.
Por eso te recomiendo que sigas leyendo otros artículos en los que desgrano las claves para que tus lluvias de ideas estén plagadas de éxitos. Por otro lado no debemos olvidar que el brainstorming es una herramienta del proceso creativo y que combinada con otras llega a ser muy efectiva.
Es un error analizar el brainstorming como una actividad aislada, así es normal que los resultados no sean muy positivos, es como probar un plato a mediococinar y decir que el método de cocción no es adecuado.
Además aunque las bases que sentó Osborn siguen vigentes, nuevas variantes del brainstorming permiten sacar todo el jugo a esta interesante técnica.